Según los últimos datos disponibles del censo facilitados por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) al diario digital «El Economista» solo el 3,86% de las viviendas de la Comunidad de Madrid son eficientes energéticamente al cumplir con las exigencias del Documento Básico de Ahorro de Energía del Código Técnico de Edificación (CTE). Esto supone 113.810 inmuebles repartidos entre 23.398 edificios.
A estos datos se le suma el hecho de que un 32% de los pisos pertenecientes a edificios de más de tres plantas no tienen ascensor y que un total de 50.790 viviendas no cuentan con ningún aparato para calentarse en invierno.
Viviendas eficientes energéticamente
La renovación del parque de viviendas es determinante si España quiere cumplir los objetivos de eficiencia energética que la Unión Europea se ha marcado para 2030. Seis de cada diez viviendas de Madrid son anteriores a 1980, cuando se aprobaron las primeras normativas que incluían la obligatoriedad de contar con aislamiento térmico.
Las viviendas restantes, o lo que es lo mismo, el 35,61% del parque residencial, se construyeron entre 1980 y 2007. Esto ofrece como resultado que el 96,13% de las viviendas de la Comunidad de Madrid son candidatas a mejorar su eficiencia energética.
Calefacción y accesibilidad
El censo también indica que un 12,07% de las viviendas, lo que supone un total de 298.190 hogares, no disponen de calefacción y 50.790 no disponen de ningún aparato para calentar el ambiente en invierno.
Respecto a la accesibilidad, el 32,85% se encuentra en edificios de más de tres plantas sin ascensor, un porcentaje que se eleva hasta el 96,7% si nos fijamos en los edificios de una y dos plantas.
Fondos europeos y ayudas
Los fondos europeos se consideran una oportunidad única para impulsar la rehabilitación del parque de viviendas. El Gobierno ya ha anunciado que destinará más de 6.800 millones de euros al Plan de Rehabilitación y Regeneración Urbana. De esta manera, los propietarios podrán solicitar ayudas de entre el 35% y el 100% del coste de las obras de rehabilitación de sus viviendas.
Los expertos consideran que para mejorar la eficiencia energética de un edificio, además de cambiar las instalaciones térmicas, hay que actuar en la envolvente. De esta manera, mejoraría el estado del edificio y se revalorizaría, y se mejoraría la salud, el confort y la factura energética de los propietarios. En este sentido, el sector aboga por crear una entidad pública de garantías para que los bancos se muestren proclives a la financiación.